lunes, 26 de mayo de 2014

Mi taza perfecta



Me levante descalza, sobresaltada por un grito que lanzó mi pequeña Alo esta mañana... después de tranquilizarla y acomodar su almohada, volví a  la cama, mire el reloj, las 5:18. A esa hora no hay ruidos en las calles, si acaso algún madrugador que tiene que lanzarse al trabajo a semejantes horas.

Yo definitivamente no soy apta para levantarme temprano, mucho menos si no veo luz a través de mi ventana, es como ir contra mi naturaleza pero hoy en especial me resultaron incomodas las sabanas y decidí que tal vez la naturaleza o el destino habían decidido arrebatarme esos minutos de sueño por algún motivo especial.

El Sr. J., dormía tranquilo al otro lado de la cama y no encontré motivos para despertarlo tan temprano. Volví a ponerme de pie, esta vez con mis pantuflas. Ya en la cocina, me me preparé un americano e intente que mis pensamientos no se esfumaran con el vapor de la olla. Tome a tragos pequeños, como si en ellos expirara lo que ya no puede ser, lo que no volverá, pero la idea del pasado me lleno de sentimientos encontrados. Y en lo que esto pasaba por mi cabeza, uno de esos tragos quemo mi lengua. ¿Habrá sido el café caliente o la angustia de pensar que algo ya no tenga futuro?

No tenia los audífonos a mi alcance y no podía poner música en el reproductor por que habría sobresaltado a los durmientes, así que puse música en mi cabeza y empece a tararear "un no se que" donde varias letras se fusionaban al azar. Hubiera sido muy curioso ver la expresión de alguien más si descubriera la extraña melodía que razonaba en mi cabeza.

La música no estaba funcionando o no sonaba lo suficientemente fuerte como lo necesitaban mis neuronas por que en el fondo deseaba que retumbara, que los vidrios temblaran a mi alrededor y que mis pulmones se estremecieran con el ruido. Tal vez algo ya no funcionaba...

Me faltaban fuerzas, quería tumbarme en el sofá (si lo hubiera tenido, tal vez lo hubiera echo) pero no podía. Quería beberme la taza de café y extinguirme con ella aunque solo fueran unos segundos. Pero tampoco podía, estaba ahí, con unas ganas enormes de gritar  y salir corriendo con el frío de la mañana.

Es mucho lo que nos ha sucedido estos días, lo que ME HA sucedido en la vida, todo lo que me hace pensar en lo que deseo o que ya no quiero, de todo lo que me hace ser yo, de lo que me define como persona, única, es mucho de esos terremotos que llegan a removerlo todo y después se van dejando grietas y escombros y la terrible sensación de que pronto vendrá otro. Es mucho el tiempo transcurrido, los gritos encendidos y las luces apagadas.

 Yo no se por que me preocupo por todo eso, no se por que no puedo espantar las telarañas de mi mente, por que gastar mi tiempo... tiempo, tiempo, tiempo.

El café me supo perfecto, me dejo el agradable sabor de boca, que uno esperaría que le quedara durante largas horas. Pero el fondo de la taza tarde o temprano se asoma y anunciando que hubo "algo" ahí, en las paredes de la taza quedan los residuos pegados.

No es que sea mala buscando solución a los problemas, en lo que si soy mala es en ejecutar esas soluciones. Es miedo a enfrentar los fantasmas que habitan no solo en mi mente si no en la de los demás. Es el miedo a confrontarlos.

Deje aquella taza sucia sobre en fregadero. Tal vez de eso se trataba, tomar la decisión de lavar la taza o arrojarla a la basura para no utilizarla más, después de todo era una taza vieja, desgastada y muy pequeña para la ración de café que acostumbro, por otro lado era una vasija que había llegado a mis manos en una situación muy especial, posiblemente sería imposible conseguir otra igual o siquiera similar, además se amolda perfectamente al tamaño de mis manos y permitía aislar la temperatura del interior al exterior y las raciones no generaban mayor problema por que podía servir doble si lo creía pertinente. ¿Cual era la decisión correcta?

Soy necia, aferrada. Tal vez me niego a cederle a la vida la oportunidad de quitarme "cosas". Me causa nostalgia saber que el presente se hace pasado y como, estando en el pasado, únicamente vuelve al presente transformado en recuerdos.

Por momentos pienso que soy la única culpable. Hace poco leí algo sobre los actos y decisiones que tomamos y en efecto, nosotros somos los únicos culpables de lo que terminamos sintiendo. Y es que soy demasiado tonta, demasiado voluble y me dejo llevar con las olas y hasta las enfurezco más, peco de ser exagerada y de tener un alma rebelde.

Pero no. Yo no soy culpable. No supe actuar de otra manera, no supe adivinar las palabras que debí pronunciar ¿Cuantas palabras se quedaron congeladas en mi garganta?¿Cuantas ideas guarde en el baúl? ¿por que me permití ocultar lo más valioso que yo tengo? ¿En que momento cruzo por mi mente que ser yo representaba una desventaja?

Mientras el cielo clareaba, medite como tantas veces, que no podía permitirme bajo ninguna circunstancia, apagar mi llama. Redescubrí que no necesito ocultar mis caprichos y que no puedo ocultar bajo las sabanas mi propia esencia. Descubrí que necesitaba tomar más a menudo de ese café, no para despejar el sueño, sino para despertar a la vida.

He pensado en eso y seguramente seguiré haciendolo. Tal vez redecoré esa vieja taza y con un poco de suerte logre ponerle laca y hacer que luzca como nueva. Es parte de reconocer lo que es útil en nuestra vida y tratar de enmendar lo que no nos parece bueno. Es dejar en el pasado lo que ya fue y permitir que no se ensombrezca el presente.

Más tarde me di cuanta que Alo me hablaba y su vocecita me saco de mis pensamientos. El Sr. J. también estaba despierto ya abrazando a nuestra pequeña. Definitivamente era un buen sabor el de aquel café. Antes de acercarme a ellos, corrí al fregadero y lave la pequeña taza. Tal vez la ocupe de nuevo...

jueves, 22 de mayo de 2014

AUXILIOOOOOO

Es increíble que después de varios días intentando hacer que mis alumnos cumplan con el quehacer de formular frases e ideas para un buen escribir. Hoy yo no logre hacer nada. 

Es como encontrar un papel en blanco con millones de posibilidades para ser ocupado, pero no aparece nada.... hay crayolas,  lapiceros,  calcomanías y hasta uno que otro recorte pero no, esa pequeña "yo" que juega dentro de mi mente, hoy se ha escapado y ha decidido dejarme sola.

Debido a la huida tan fugaz de mi diminuta "yo", necesito que alguien me comente... necesito ideas, necesito una palabras Somtinhg...

Querido lector, dame una idea, un respiro, un alivio a este lapso de... la nada que me ataca y me acosa por momentos y que hoy se resiste a soltarme ¡Vaya a saber por que!





Comenta, di algo, aunque sea dime que estoy loca, mientras me imagino sentada al lado de un hombre con sombrero gracioso, bebiendo té en compañía de otros seres aun más graciosos....

Participa conmigo...  estoy iniciando, sí., pero quiero que sea bueno, quiero participar de ti y contigo... te invito...

martes, 13 de mayo de 2014

La nueva literatura



¿Qué es la literatura? Tal vez es un breve destello del alma del escritor, una forma de arte en el que las palabras son la herramienta.

La literatura representa un conjunto de habilidades, de saberes que se comunican y nos comunican, que expresan y transmiten historia, ideas, planes, conocimiento, etc…

Hablar de literatura, es hablar de escritores, de sus obras, de teoría y de estudiosos de esas obras.  Es hablar de un tiempo sin tiempos, de barreras invisibles, de memorias olvidadas que resurgen a través de la paginas.

Imagen Utilizada como publicidad de Anagram
Es una señora vestida de muchos trajes, desde el más humilde al mas lujoso; del más ridículo al más majestuoso.  Esa señora en ocasiones se viste de guerrera y puede utilizar las palabras para abolir las fronteras, luchar contra la discriminación, el abuso y la guerra misma. Representa una visión de cada sociedad, de cada país, de cada grupo humano y de cada persona.


Lo que en otros tiempos – pensemos en Wilde, Poe, Dickens, García Marquez, Tolstoi –  se trato de comunicar, hoy sigue conservando la esencia del mensaje. El tiempo no mutila ni deforma las letras, somos nosotros los que lo hacemos.

Aquello que los clásicos trataron de revestir de galantería hoy ha pasado a ser parte de una estantería pocas veces visitada, pero irónicamente constante en nuestras vidas, pues es el cimiento de nuestro presente. Como sociedad, somos parte de un proceso, cambiamos y el modo de “hacer las letras” también, el tiempo no pasa en balde, sin embargo siguen habiendo voces que se alzan, que narran, que apasionan, enamoran y se enfadan a través de sus escritos.

Son tiempos extraños, la lengua ha tenido que enfrentar  la aparición de las “redes sociales” convirtiéndola (a la lengua castellana, sobre todo) en una nebulosa existencia muy cercana al olvido. Hoy, palabras mal escritas, mayúsculas que bailan con minúsculas en una melodía sin ton ni son, letras que luchan con silabas para ocupar su espacio en el renglón, son el pan de cada día en el navegador.


Hastag. Termino que surge en 2007
gracias a las publicaciones creadas en Redes Sociles.



No obstante, los escritores siguen luchando y buscando entre los defectos las virtudes que puedan enaltecer y aderezar esta nueva forma de lenguaje. No hay que crucificar  las redes sociales, hay que utilizarlas, hay que manipularlas, hay que adentrarse y sacar de esa mina todas las piedras preciosas que se pueda. Desechar lo que no nos traiga riqueza, y si es posible, enriquecer  lo que ya ha sido ultrajado.

Si Don Quijote o Madema Bovary nos atraparon en su tiempo, hoy las posibilidades se multiplican al mil. Los escritores, expertos o inexpertos, pueden hacer publicas sus obras y pueden compartirlas, mientras que los lectores podemos dejarnos seducir a través de cada una de las palabras. Hablo de usar sí un lenguaje moderno pero bien escrito, sin letras que usurpen el lugar de otra y sin palabras incompletas o inconclusas.

El hecho es que aun con los cambios y las necesidades de crear o modificar palabras no se ha logrado definir  los matices y complejidades de la vida humana.



FIN

jueves, 8 de mayo de 2014

PACIENCIA O DESESPERACIÓN

Dicen que la paciencia es un don, o por lo menos yo lo he repetido incontables veces, pero a veces me resulta bastante irónico... a la primera de cambio suelo frustrarme y mostrarme bastante mal humorada. Hay que hacer siempre un esfuerzo para que la tormenta que esta a punto de caer se suavice y caiga gota a gota sin que en su prisa por desahogarse terminemos más empapados de esa dosis de arrebato que si nos metiéramos a nadar al mar.

Hay que tener paciencia para poder deleitarnos mejor de los mementos de tranquilidad y felicidad y podamos disfrutarlos a plenitud, como debe ser. 

Hay que tener paciencia para encontrar la compañía perfecta, paciencia para decir las palabras correctas, paciencia para no descontrolar a los controlados, paciencia para tratar enfermos, paciencia, paciencia, paciencia...

Un libro, un café, una buena charla, una canción, la soledad, todos ellos pueden ser ingredientes para que se cocine a la perfección el estado de paz que necesitamos. ¿Quién dijo que la paz es constante y eterna? No. nos llega a ratos, igual que la felicidad, por que al final somos un rompecabezas de sentimientos... Eso somos.  

Por otro lado y aunque suene fuera de lugar creo que a veces es bueno perderla (la paciencia) por que nos hace descubrir de nosotros  "el otro lado", saca lo malo de nuestra persona, pero aunque suene loco y muy a mi pesar creo que es justo eso lo que nos permite conocernos más a nosotros mismos. Ese momento donde tocas la lava del infierno y sientes que no puedes más que soltar alaridos, es el momento clave que nos hace descubrir nuestros propios limites. 

"La paciencia vale oro" dicen y con razón ando escasa de pesos. Suelo perderla demasiado rápido con las cosas simples y me atiborro de ella con los plazos largos y  las complicaciones del momento, para mi representa un lío total, no así con las cosas que parecen insignificantes para los demás, hay una complicación espacial en esto. 

Tal vez el tiempo haga que vea las cosas de forma distinta, tal vez las cuestiones no cambien y siga siendo complicado mostrarme paciente, mientras tanto no me quedare en el intento...

¿Dónde está tú limite ahora?