miércoles, 18 de junio de 2014

Deshojando

Aun recuerdo uno de los primeros libros que leí. Con el paso del tiempo tomo un tono distinto, como amarillento, sus hojas se fueron haciendo frágiles. La portada sufrió también algunos daños y cada vez que alguna pagina comenzaba a desprenderse buscaba la forma de volverla a su sitio con un poco de pegamento, sin embargo las paginas seguían necias en su intento por desprenderse y entonces sumaba otro poco de pegamento, al final aquel libro termino siendo un remedo de el mismo, pegamento sobre el pagamento. Era simple, aquel ejemplar ya no resistiría, había dado lo que podía dar.

Creo que a veces nosotros ocupamos el lugar de ese libro,  a veces nos "deshojamos" y colocamos un poco de pegamento, un analgésico que nos ayude a soportar el dolor, nuestra ansiedad, nuestras debilidades. Creemos tontamente que no hay ningún problemas si colocamos un poco de resistol por que pensamos que será la ultima vez, hasta que, sin darnos cuenta lo convertimos en un habito.


¿Cuantas heridas puede soportar el alma antes de deshojarse por completo? Preferimos ignorar el hecho de que el libro ya no se puede leer y que es necesario renovarlo. Preferimos eludir esa parte de nosotros por que tememos que nos juzguen a través del fracaso o la derrota y entonces seguimos poniendo parches sobre el parche hasta que no eres más que lo que los otros dictan que seas.


Nos negamos a ser renovados por temor a un "no se que" ¿por que nos cuesta ver de manera positiva las cosas? ¿por que preferimos tirarnos al drama en lugar de enfrentar y afrontar el hecho con una actitud positiva ante la vida? ¿por que nos aferramos a quedarnos con lo que esta dañado solo por que tememos que si llega algo más también se dañe? y entonces yo te pregunto ¿y que si vuelve a suceder? ¿que importa si te arriesgas a equivocarte de nuevo? En pocas palabras te estoy invitando a echar a peder los libros que sea necesarios hasta que encuentres uno de pasta dura y que en lugar de pegado este cosido y que aun así tengas el conocimiento de que ni con todas las protecciones puede pasar desapercibido por las polillas, el polvo o el tiempo.

Tal vez nos equivoquemos muchas veces, pero a fin de cuentas estar vivos es la primera condición que tenemos para podernos equivocar. Bien dice el dicho "si no arriesgas no ganas". Creo que en la vida no hay uno solo que no haya sufrido una herida, nadie se salva, algunos le toco sufrir una muerte, a otros un alejamiento, problemas con la familia, o simplemente nos encontramos solos y entonces el alma comienza a sangrar, nos sentimos tristes, ansiosos e incapaces de seguir, como aquel libro que ya no podía leerse y que seguía manteniendo a mi lado solo por que no podía desprenderme de él, por que me negaba a ver que se había convertido en un despojo.

El caso es que creemos que alguien va a venir a sanarnos las heridas y nos agarramos a esa idea como si fuera un salvavidas. Pero permite que te diga algo ¡No hay nada más falso! 

No lo digo por que no crea que hay quienes te puedan dar consejos y que hasta lleguen a intentar ponerte un curita, pero de ahí a algo más ¡NO! tu eres el único que puede hacer ese cambio por que dejame decirte que el primer compromiso que debes formar esta contigo, tu historia esta bajo tu mando o  como dice mi padre  "tu eres el capitán del barco".

No hay un antidoto para la infelicidad, y tampoco poseo el decálogo de la "vida maravillosa" pero si te puedo dar un consejo: no te amarres a la idea de lo que has perdido o lo que te es inalcansable. 

No más resistol para el alma! Si por un momento has pensado en dejar de sobrevivir entonces creo que mis letras habrán servido de algo, por que seguramente estarás pensando en reconciliarte con la vida. 

Te invito a regenerar tu alma como lo hacen las células de tu piel, a dar gracias por que entenderás que la vida va mucho más alla que "soportar" la situación. Si, hay heridas, no somos perfectos y seguramente nos equivocaremos de nuevo pero mi idea es simple:

No hay que temer a equivocarse, no temas acomodar por temor de que algo más se vaya a caer, no temas caerte que al final lo que importa es que tan capaz eres de ponerte en pie, alza la voz siempre que lo creas necesario,  escribe la historia con tu propia pluma y no permitas que alguien más la escriba por ti.

No permitas que pongan más parches en tu alma. Renuevate antes que seas incapaz de ser leído.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario